2:00 am mi mamá en cama, la escucho respirar con dificultad, inhala profundo para llevar aire a sus pulmones, termina con una ligera tos. Abro el navegador, ese navegador que noches atrás me vio escribir diversas preguntas ¿Cuáles son los síntomas de COVID? … ¿Cómo diferenciar el COVID de una gripa?, ahora estaba buscando ¿Cómo cuidar en casa a un paciente con COVID? Aquí estoy, sin ser profesional de la salud, pero contándote mi experiencia, deseando que te ayude a reducir tus desvelos.
El primer día de síntomas, las dos tuvimos fiebre. Nunca supimos cuánto tuvimos porque no teníamos un termómetro (Tip #1. Tener un termómetro en casa). Pero nos dolía la cabeza y fue una fiebre considerable, iniciaban las lluvias del verano, fue fácil atribuirlo a un resfriado que habríamos pescado por los cambios de temperatura. El día dos llegó y volvimos a tener fiebre, pero sin dolor de cabeza. Ahora lo miro claramente, estábamos en la etapa de la NEGACIÓN. Además de la fiebre estábamos cansadas, pero que terrible pensar que estábamos contagiadas de COVID. La noche del día 3 y mi buscador se llenó de preguntas acerca del COVID, que solo me confundieron. La mayoría te dice que sólo un pequeño % de los enfermos necesitan atención, uno menor se pone grave y uno mínimo muere, pero ¿Qué porcentaje somos? Los síntomas comunes son la tos, la fiebre, dolor de cabeza. Sólo teníamos fiebre y solo fueron dos días... la fiebre se había ido, con ello la probabilidad de COVID.
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Té a base de hoja de Guayaba |
Saliendo del consultorio compramos un oxímetro, en caso de que fuera COVID, seguro serviría (Tip #3. En tiempo de COVID un oxímetro no debe faltar en casa. Los valores normales de oxigenación deben ser arriba de 95 o lo que los médicos indiquen). La medicina ayudó, sin fiebre sin dolores, pero el cansancio seguía. Uno de los medicamentos nos cayó tremendo, es muy fuerte al cuerpo, el cansancio se lo atribuimos a las fiebres, a lo fuerte del medicamento, a la depresión. Pero aparentemente estábamos mucho mejor.
La oxigenación de mamá empezó a bajar drásticamente. Una tarde le reporté al doctor menos de 90% y me mandó de inmediato a hacer la prueba. (Tip #4. Una persona se puede sentir bien y su saturación puede ser baja, entonces no está bien). El día de la prueba, mamá se cansó solo de caminar del estacionamiento al laboratorio, ya estaba sucediendo, ahora lo veo. Mamá ya tenía problemas de respiración. No esperamos los 3 días para el resultado de la prueba, se le atendió de inmediato como paciente COVID.
Aún recuerdo esa noche y lloro.
Podía escuchar lo difícil que le estaba siendo a mamá respirar, revisé su oxigenación antes de dormir y estaba por debajo del 80%. Le pedí durmiera boca abajo, había leído que en los hospitales así tienen a los pacientes. (Tip #5. Los enfermos de COVID deben estar lo más posible boca abajo). Fue la noche más larga de mi vida, no dormí, en tanto porque no podía por la misma preocupación y porque gran parte de la noche la pasé arrodillada, hablando con Dios, mejor dicho pidiendo y rogando por la salud de mi familia, por la mía, estaba agotada física y emocionalmente, no se me permitió sentir el virus que también tenía. (Tip #6. Dios siempre escucha y compartir la carga aligera la tormenta). Fue una noche eterna, miré el reloj tantas veces, que solo avanzaba un par de minutos. Miraba a la ventana buscando los rayos del nuevo día, del día que traería el oxígeno. No soy ni la primera ni la última persona que evitó un hospital, pero en mi desesperación estaba lista para llevar a mamá a uno.
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Imagen de pinterest |
Un paciente recuperado de COVID que ahora se dedica a ayudar enfermos. Me llamó por teléfono y sin conocerme, me empezó a preguntar los generales de mis papás y me empezó a enlistar un sinfín de actividades que marcaron una rutina por las siguientes semanas. Al inicio hablaba por teléfono conmigo cerca de 4 veces al día y también hablaba con mis papás, en la medida de sus posibilidades para hablar.
(Tip #7. El ánimo de los pacientes es muy importante. No se les debe dejar solos.)
Ahora si, te comparto mi verdadera rutina de un día COVID.
- Hablar con Dios, reconocer que no son tus fuerzas. Dejar en sus manos el día.
- Tomar oxigenación y temperatura por la mañana.
- Acitronar dos dientes de ajo (anitflamatorio natural) para que lo comieran en ayunas.
- Administrar puntualmente las medicinas recetadas, acompañadas de vitaminas.
- Preparar jugo verde (Espinacas, lechuga, apio, limón, kiwi y/o pepino) para iniciar su desayuno.
- Preparar un té a base de hoja de guayaba (de 4 a 6 hojas), 3 cucharaditas de cúrcuma y 3 de jengibre. El cual lo bebían suficientemente caliente, para sudar.
- En general, preparar un desayuno abundante en nutrientes, fruta, huevo. Lo que alcanzaran a comer.
- Tomar oxigenación y temperatura al medio día.
- Limpieza excesiva de su entorno. Asolear sus colchas y permitir que circule el aire, siempre y cuando no les de directo, eso podría empeorar la situación. Los trastes se lavan por separado, los de los enfermos en una solución de cloro.
- Procurarles música, alguna distracción que quieran o solamente dejarlos descansar de preferencia boca abajo.
- 3 veces al día ejercicios de respiración que yo hacía con ellos. Son ejercicios muy básicos, pero como sus pulmones están débiles, les costará mucho, pero es importante mantener al menos por unos minutos esos pulmones en esfuerzo y activos. Con el paso de los días se van incrementando los ejercicios. Es increíble, pero después de los ejercicios de respiración en automático la oxigenación se eleva unos puntos. Forzar la circulación, si es necesario ayudarle a mover los pies, arriba-abajo, a los lados, por un par de minutos.
Imagen de COFPV. Ejercicios de respiración - Administrar puntualmente las medicinas recetadas.
- La hora de la comida, abundante en sopas, proteínas y frutas o verduras. Por supuesto nada de refrescos. En la media de los posible, todo natural pocos procesados.
- Después de la comida, otro Té a base de hoja de guayaba.
- De ser posible y están despiertos, platicar con ellos, que se sientan acompañados. El animo es muy importante.
- Tomar oxigenación y temperatura en la noche.
- Administrar puntualmente las medicinas recetadas.
- La cena ligera pero que no falte. Más Té a base de guayaba.
- En los pies colocar una calceta con trozos de cebolla. Amanecerá totalmente cocida al igual que junto de la cama de los enfermos. Amanecerán tan amarillas.
- En caso de que se use oxígeno. Se administra en la dosis indicada por el doctor y se notará un cambio en los puntajes del oxímetro. Procura planear el tiempo que te dura el tanque lleno, para que no pases sorpresas. Infórmate los horarios de las abastecedoras de oxígeno.
- Yo les preguntaba siempre que me dieran su puntaje de dolencias en una escala del 1 al 10, les pedía que fueran honestos, es importante que no se guarden nada.
- Hablar con Dios, agradecer el día que termina, el día que se nos dio.
La disciplina lo es todo. Por obvias razones no puedo compartir los medicamentos que a mis papás les recetaron, pero lo que les comparto a lo largo de este relato, es todo el contexto que me ayudó. Recuerda que no estás solo. Es importante que cuentes tu necesidad a tu círculo cercano. (Tip #8. Solo no podrás). Necesitas ayuda. Muchos de los días recibí comida, la despensa, medicina que no me daba tiempo de comprar o preparar. Pero la recibí por que expuse mi situación a mi círculo cercano, no hubo necesidad de pedir, en su corazón me brindaron ayuda y fue realmente un bálsamo al corazón. Solas, mi hermana y yo no lo hubiéramos logrado.
Necesitas un equipo. Mi equipo estaba liderado por Dios, toda mi confianza estaba en Él. Doctores, Familia, amigos, novio, amigos de mis papás, mi ahora hermano. Recibí toda la ayuda que alguien necesita en estos momentos, oraciones, comidas, transferencias, compañía en las salidas a consultas estudios, llamadas y mensajes de ánimo, la medicina en la puerta de la casa...
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Es difícil encontrar un propósito en situaciones tan difíciles como esta. Para mí el Tip #8 es el aprendizaje más significativo. Definitivamente no podemos solos, no son nuestras fuerzas. Dios me llenó de fuerzas como las de un búfalo. También estuve enferma, también me sentía mal, pasé muchas noches sin dormir por la ansiedad, tenía un trabajo que atender, dos padres que cuidar, pero siempre me sentí apapachada y nunca estuve sola. Doctores, mi Hermana, Familia, Humanito, amigos, compañeros del trabajo que aligeraron mi carga, nunca tendré las palabras para expresar mi gratitud. Con la mano en el corazón <3 GRACIAS
P.d: Si necesitas un consejo, un oído que te escuche, no dudes en contactarme. Sé por lo que estás pasando y será un gusto ayudarte.
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