domingo, 18 de octubre de 2020

¿Cómo cuidar a un enfermo de COVID?


Imagen de la OPS

2:00 am mi mamá en cama, la escucho respirar con dificultad, inhala profundo para llevar aire a sus pulmones, termina con una ligera tos. Abro el navegador, ese navegador que noches atrás me vio escribir diversas preguntas ¿Cuáles son los síntomas de COVID? … ¿Cómo diferenciar el COVID de una gripa?, ahora estaba buscando ¿Cómo cuidar en casa a un paciente con COVID? Aquí estoy, sin ser profesional de la salud, pero contándote mi experiencia, deseando que te ayude a reducir tus desvelos. 

 

El primer día de síntomas, las dos tuvimos fiebre. Nunca supimos cuánto tuvimos porque no teníamos un termómetro (Tip #1. Tener un termómetro en casa). Pero nos dolía la cabeza y fue una fiebre considerable, iniciaban las lluvias del verano, fue fácil atribuirlo a un resfriado que habríamos pescado por los cambios de temperatura. El día dos llegó y volvimos a tener fiebre, pero sin dolor de cabeza. Ahora lo miro claramente, estábamos en la etapa de la NEGACIÓN. Además de la fiebre estábamos cansadas, pero que terrible pensar que estábamos contagiadas de COVID. La noche del día 3 y mi buscador se llenó de preguntas acerca del COVID, que solo me confundieron. La mayoría te dice que sólo un pequeño % de los enfermos necesitan atención, uno menor se pone grave y uno mínimo muere, pero ¿Qué porcentaje somos? Los síntomas comunes son la tos, la fiebre, dolor de cabeza. Sólo teníamos fiebre y solo fueron dos días... la fiebre se había ido, con ello la probabilidad de COVID. 




Té a base de hoja de Guayaba
Té a base de hoja de Guayaba

Yo me sentía mejor y mamá ya no tenía fiebre. Pero se quedó en cama, estaba muy cansada (Tip #2. El cansancio es un síntoma frecuente del COVID). Sin síntomas más que las ganas de estar en cama, se sugirió que estaba deprimida, que todos estos meses en encierro eran ahora la causa de una depresión que no la dejaba salir de la cama. Lo creí, lo quise creer. Ante la fiebre de los días pasados decidimos aislarnos al menos 1 semana y para regresar al trabajo debía hacerme una prueba rápida, la cual resultó negativa. El susto COVID se había ido, pero la “depresión” de mi mamá seguía. Visitamos al doctor, quién tras evaluarnos, nos platicó del COVID, nos dio medicina para los síntomas como la fiebre, dolor de garganta y vitaminas. Nuestros signos vitales estaban bien, nuestra oxigenación estaba en sus niveles normales arriba de 95% de saturación, regresamos a casa para descansar con la consigna de reportar todos los días la oxigenación y con la tranquilidad de que en caso de que fuera COVID, son pocos los casos que se complican.

 

Saliendo del consultorio compramos un oxímetro, en caso de que fuera COVID, seguro serviría (Tip #3. En tiempo de COVID un oxímetro no debe faltar en casa. Los valores normales de oxigenación deben ser arriba de 95 o lo que los médicos indiquen). La medicina ayudó, sin fiebre sin dolores, pero el cansancio seguía. Uno de los medicamentos nos cayó tremendo, es muy fuerte al cuerpo, el cansancio se lo atribuimos a las fiebres, a lo fuerte del medicamento, a la depresión. Pero aparentemente estábamos mucho mejor. 

 


Mi hermana se percató que no tenía el sentido del OLFATO. Qué distraídos somos o que poco valoramos la salud. Al ella mencionar ese detalle, me tome unos segundos para respirar profundo y distinguir aromas. No tuve respuesta, me acerqué a algunos alimentos, a mis cremas, perfumes, en vano. Tampoco tenía olfato. Mi papá continuó con las fiebres, se hizo fuerte mucho tiempo por que está acostumbrado a nunca parar, pero no pudo más cayó en cama, sin poder levantarse. Estaba cansado y con un dolor de cabeza que describía como interminable y muy profundo. Regresé a mis búsquedas de información por las noches, empecé a leer de los síntomas más graves del COVID pero nada de eso tenían mis papás, no había tos seca, no había falta de aire.


La oxigenación de mamá empezó a bajar drásticamente. Una tarde le reporté al doctor menos de 90% y me mandó de inmediato a hacer la prueba. (Tip #4. Una persona se puede sentir bien y su saturación puede ser baja, entonces no está bien). El día de la prueba, mamá se cansó solo de caminar del estacionamiento al laboratorio, ya estaba sucediendo, ahora lo veo. Mamá ya tenía problemas de respiración. No esperamos los 3 días para el resultado de la prueba, se le atendió de inmediato como paciente COVID.

 


La oxigenación estaba bajando todos los días, a pesar de la medicina, de los esfuerzos y de las reiteradas veces que el doctor mencionó que es una enfermedad de paciencia. Empecé a buscar por las noches en ese ordenador, de qué forma cuidar a mis padres, aunque papá no estaba “grave” seguía en cama sin poder levantarse. Las respuestas eran vagas y muy generales. Desde aislar al paciente, que tenga su propio baño, que use cubre bocas, todo eso era tan irrelevante, no me servía. El doctor nos mandó dosis de oxígeno. Ese oxígeno que ya era imposible conseguir, los servicios de salud parecían colapsados. Encontré uno en Toluca y llegaría hasta la tarde del siguiente día. 


Aún recuerdo esa noche y lloro.

 


Podía escuchar lo difícil que le estaba siendo a mamá respirar, revisé su oxigenación antes de dormir y estaba por debajo del 80%. Le pedí durmiera boca abajo, había leído que en los hospitales así tienen a los pacientes. (Tip #5. Los enfermos de COVID deben estar lo más posible boca abajo). Fue la noche más larga de mi vida, no dormí, en tanto porque no podía por la misma preocupación y porque gran parte de la noche la pasé arrodillada, hablando con Dios, mejor dicho pidiendo y rogando por la salud de mi familia, por la mía, estaba agotada física y emocionalmente, no se me permitió sentir el virus que también tenía. (Tip #6. Dios siempre escucha y compartir la carga aligera la tormenta).  Fue una noche eterna, miré el reloj tantas veces, que solo avanzaba un par de minutos. Miraba a la ventana buscando los rayos del nuevo día, del día que traería el oxígeno. No soy ni la primera ni la última persona que evitó un hospital, pero en mi desesperación estaba lista para llevar a mamá a uno.


 

Imagen de pinterest

El oxígeno llegó, pero para la hora que eso sucedió mamá estaba notablemente mejor. El doctor lo había dicho “habrá días buenos y días malos” estábamos en uno bueno. El oxígeno ayudó, pero no estábamos llegando al 90%. Con el alba llegó una persona a nuestras vidas, que hasta el día de hoy tengo pocas explicaciones para esa coincidencia. 

Un paciente recuperado de COVID que ahora se dedica a ayudar enfermos. Me llamó por teléfono y sin conocerme, me empezó a preguntar los generales de mis papás y me empezó a enlistar un sinfín de actividades que marcaron una rutina por las siguientes semanas. Al inicio hablaba por teléfono conmigo cerca de 4 veces al día y también hablaba con mis papás, en la medida de sus posibilidades para hablar. 


(Tip #7. El ánimo de los pacientes es muy importante. No se les debe dejar solos.)

 



La vida de mis papás estaba verdaderamente en peligro, pero Dios nos mandó a este ser humano tan maravilloso, que, con disciplina, buen humor y cariño desinteresado, las buenas noticias empezaron a llegar. La rutina del día iniciaba con revisar la oxigenación y reportarla al Doctor y a nuestro nuevo amigo, que después se convertiría en mi hermano. Inventamos un código en el cual, frente a mis papás yo no revelaría el valor real de su oxigenación si esta era baja, recuerden el Tip #7, no podíamos permitir bajar su ánimo diciéndole a mis papas que su oxigenación seguía baja, ellos debían estar animados y creer que estaban mejorando para mejorar de verdad.

 

Ahora si, te comparto mi verdadera rutina de un día COVID. 

 

  1. Hablar con Dios, reconocer que no son tus fuerzas. Dejar en sus manos el día.
  2. Tomar oxigenación y temperatura por la mañana.
  3. Acitronar dos dientes de ajo (anitflamatorio natural) para que lo comieran en ayunas.
  4. Administrar puntualmente las medicinas recetadas, acompañadas de vitaminas.
  5. Preparar jugo verde (Espinacas, lechuga, apio, limón, kiwi y/o pepino) para iniciar su desayuno.
  6. Preparar un té a base de hoja de guayaba (de 4 a 6 hojas), 3 cucharaditas de cúrcuma y 3 de jengibre. El cual lo bebían suficientemente caliente, para sudar.
  7. En general, preparar un desayuno abundante en nutrientes, fruta, huevo. Lo que alcanzaran a comer. 
  8. Tomar oxigenación y temperatura al medio día.
  9. Limpieza excesiva de su entorno. Asolear sus colchas y permitir que circule el aire, siempre y cuando no les de directo, eso podría empeorar la situación. Los trastes se lavan por separado, los de los enfermos en una solución de cloro. 
  10. Procurarles música, alguna distracción que quieran o solamente dejarlos descansar de preferencia boca abajo. 
  11. 3 veces al día ejercicios de respiración que yo hacía con ellos. Son ejercicios muy básicos, pero como sus pulmones están débiles, les costará mucho, pero es importante mantener al menos por unos minutos esos pulmones en esfuerzo y activos. Con el paso de los días se van incrementando los ejercicios. Es increíble, pero después de los ejercicios de respiración en automático la oxigenación se eleva unos puntos. Forzar la circulación, si es necesario ayudarle a mover los pies, arriba-abajo, a los lados, por un par de minutos. 


    Imagen de COFPV. Ejercicios de respiración


  12. Administrar puntualmente las medicinas recetadas.
  13. La hora de la comida, abundante en sopas, proteínas y frutas o verduras. Por supuesto nada de refrescos. En la media de los posible, todo natural pocos procesados.
  14. Después de la comida, otro Té a base de hoja de guayaba.
  15. De ser posible y están despiertos, platicar con ellos, que se sientan acompañados. El animo es muy importante.
  16. Tomar oxigenación y temperatura en la noche.
  17. Administrar puntualmente las medicinas recetadas.
  18. La cena ligera pero que no falte. Más Té a base de guayaba. 
  19. En los pies colocar una calceta con trozos de cebolla. Amanecerá totalmente cocida al igual que junto de la cama de los enfermos. Amanecerán tan amarillas.
  20. En caso de que se use oxígeno. Se administra en la dosis indicada por el doctor y se notará un cambio en los puntajes del oxímetro. Procura planear el tiempo que te dura el tanque lleno, para que no pases sorpresas. Infórmate los horarios de las abastecedoras de oxígeno. 
  21. Yo les preguntaba siempre que me dieran su puntaje de dolencias en una escala del 1 al 10, les pedía que fueran honestos, es importante que no se guarden nada. 
  22. Hablar con Dios, agradecer el día que termina, el día que se nos dio. 

 

La disciplina lo es todo. Por obvias razones no puedo compartir los medicamentos que a mis papás les recetaron, pero lo que les comparto a lo largo de este relato, es todo el contexto que me ayudó. Recuerda que no estás solo. Es importante que cuentes tu necesidad a tu círculo cercano. (Tip #8. Solo no podrás). Necesitas ayuda. Muchos de los días recibí comida, la despensa, medicina que no me daba tiempo de comprar o preparar. Pero la recibí por que expuse mi situación a mi círculo cercano, no hubo necesidad de pedir, en su corazón me brindaron ayuda y fue realmente un bálsamo al corazón. Solas, mi hermana y yo no lo hubiéramos logrado. 



Necesitas un equipo. Mi equipo estaba liderado por Dios, toda mi confianza estaba en Él. Doctores, Familia, amigos, novio, amigos de mis papás, mi ahora hermano. Recibí toda la ayuda que alguien necesita en estos momentos, oraciones, comidas, transferencias, compañía en las salidas a consultas estudios, llamadas y mensajes de ánimo, la medicina en la puerta de la casa...






Mi mamá ahora está regando el jardín que tanto le gusta, mi hermana está viendo la televisión y mi papá se encarga del desayuno. Hace 3 meses este cuadro de domingo era imposible de imaginar, ni siquiera estaba segura de si mis papás dejarían esa cama. Si las secuelas les permitirían vivir normalmente. Están bien, estamos bien gracias a Dios. 




Es difícil encontrar un propósito en situaciones tan difíciles como esta. Para mí el Tip #8 es el aprendizaje más significativo. Definitivamente no podemos solos, no son nuestras fuerzas. Dios me llenó de fuerzas como las de un búfalo. También estuve enferma, también me sentía mal, pasé muchas noches sin dormir por la ansiedad, tenía un trabajo que atender, dos padres que cuidar, pero siempre me sentí apapachada y nunca estuve sola. Doctores, mi Hermana, Familia, Humanito, amigos, compañeros del trabajo que aligeraron mi carga, nunca tendré las palabras para expresar mi gratitud. Con la mano en el corazón <3 GRACIAS

 




P.d: Si necesitas un consejo, un oído que te escuche, no dudes en contactarme. Sé por lo que estás pasando y será un gusto ayudarte. 


 

martes, 7 de julio de 2020

LAS MUJERES DE NETFLIX


El COVID nos tiene en casa 24/7 y está bien. Se nos permite hacer con nuestro tiempo lo que el confinamiento posibilite. Si tu opción son las plataformas de streaming, en este caso Netflix, tengo cuatro recomendaciones, series relativamente cortas, con un sólo mensaje. El valor de la Mujer.

Prepárate para un recorrido entre ambientes canadienses, parisinos, madrileños, morocos, los suburbios neoyorquinos y capitalinos berlineses. Iniciando en los 1800… entrelazando las historias con la invención del cine y la más conservadora pero aún así, era moderna.


Anne with an E

Imagen de pinterest


Anne de Green Gables, es una serie de 3 temporadas (aún espero que hagan más). Es la historia de una niña huérfana en la fría Canadá. Su vida es un drama, tanto por su situación de ser una niña criada sin el amor de unos padres, como por su notable inteligencia autodidacta, que la lleva a imaginar una vida alternativa a su realidad. Por error o no, llega a Green Gables, a la casa de dos hermanos solos y de edad avanzada, que esperaban a un niño varón que les ayudara con la granja. Gracias a su nueva familia, tiene acceso a la educación, a relacionarse con otras familias quienes desafortunadamente, no la aceptan por ser huérfana. Anne muestra una valentía, que no hubiera obtenido en el calor de un hogar en su niñez. Es una Anne astuta, inteligente al grado de salvar la vida de otra niña por sus conocimientos resultados de la experiencia. 

Green Gables es un pueblo anterior al siglo XX, si bien las mujeres tenían acceso a la educación, la serie nos muestra cómo la mujer realmente era preparadas para un matrimonio conveniente más que para asistir a la universidad. El gobierno estaba dominado por el sexo masculino y el clero, dejando casi fuera la opinión de las mujeres. Debo decir que mi capítulo favorito es cuando Anne defiende el honor de una de sus compañeras, quien fue invitada por su pretendiente a un lugar apartado para poder insinuarse e intentar besarla y tocarla, a la fuerza. Todos vieron la deshonra de la mujer y no el acto del canalla… Anne alzó la voz y cuestionó al pueblo completo. Tuvo consecuencias desastrosas, por supuesto. 

Anne ahora fue a la universidad y si Netflix no continuará con la historia, al menos sabemos que hay 8 libros de LM Montgomery, para continuar en la vida de la niña pelirroja llamada Anne con una E.

3 temporadas, 27 episodios en total.




El Bazar de la caridad

Para un toque adulto y europeo, están las mujeres del Bazar de la caridad. Historias que se unen en la tragedia, un incendio en uno de los bazares de la capital francesa a finales del siglo XIX.  La historia está basada en el trágico incendio en el que murió Sofía Carlota de Baviera,  hermana de la emperatriz Sissi. 



Imagen de pinterest 
La trama nos lleva por las diversas historias del lujo parisino, el amor no conveniente, el desamor y la tristeza de las mujeres a la sombra de hombres asesinos, padres corruptibles y parejas cobardes. Las principales coincidencias con la vida de la duquesa Sofía además del incendio son el amorío con un artista estando casada y lo infeliz que era en su matrimonio, razón por la cual se unió a la beneficencia. 

La historia de las 3 mujeres inicia ese día de mayo de 1897, tras el incendio causado por una película proyectada y que curiosamente, en la historia real, la película fue resultado de la invitación de los hermanos Lumière al bazar. Estas mujeres inician una serie de engaños, que podríamos justificar o no, pero que simpatizamos tal vez con la mujer que tiene un amante en las calles de París y en casa a un asesino como esposo, o con la bella dama que está por casarse con un hombre al que no ama, pero que el matrimonio es bastante ventajoso para la familia y finalmente la cruel historia de una mujer que estaba a punto de dejar su vida en París para viajar a lo que ellos llaman “América”, pero que la inseguridad y el fuerte “qué dirán” de una de las familias más ricas de París no permitirá.


Ocho capítulos, eso es todo y me quedo con ganas de leer más de la triste historia de la duquesa Sofía. 

1 temporada, 8 episodios.



Tiempos de Guerra

El periodo de la Guerra del Rif entre España y el norte africano, lleva a un grupo de enfermeras al frente con el único objetivo de salvar vidas. Desde su llegada a Melilla solo reciben descalificativos al ser “enfermeras” y no médicos. De la nada logran levantar un hospital, que pronto ganará un prestigio que incómoda al mismo bando. La serie está llena de acción en el frente, de amor, de esperanza, de historias dentro de una guerra donde tus compañeros de guerra resultan pero que el enemigo. 



Imagen de pinterest

Algunos las llaman ángeles, no tenían derecho a la desesperación, la tristeza o la desesperanza, ellas debían ser solo la cara más agradable que los soldados podían ver para recuperarse. Cada mujer en la historia es fuerte, toma decisiones, renuncia más que a solo dejar Madrid para ir a la guerra. También se equivocan, con consecuencias desastrosas pero al menos las sabemos humanas. El personaje que recibe toda mi admiración es la Duquesa de la Victoria o la jefa de las damas enfermeras, con un temple aún en las situaciones más peligrosas. Logró poner en su lugar a los generales más necios y callar la boca de todos lo que dudaban de la gestión médica de una mujer en tiempos de guerra. Se gana con cada decisión apegada a sus convicciones, el respeto de cada persona que pisa el hospital. 

Las damas enfermeras han dejado Madrid para servir en la guerra, pero cada una encontró algo más que la realización de salvar vidas, tal parece, que encontraron el control de sus propias vidas.

1 temporada, 13 episodios.



Poco ortodoxa

Esty Shapiro, es el centro de la historia basada en la esencia de la vida de Deborah Feldman y su escape de la vida judía ultraortodoxa. Esty vive en Estados Unidos, en un barrio judío en Nueva York y está en edad de que le busquen un marido. Esas líneas son el contexto suficiente para entender la famosa huída. 

La mayor parte del tiempo te preguntas, en qué época está ambientada. Vemos un matrimonio arreglado, una mujer que no cuenta, todos y cada uno de los detalles de la vida de dos personas cuidados por la familia, que pronto se nos olvida que saliendo del suburbio, estamos en la época actual, en el barullo de la gran manzana, en el tiempo de mujeres independientes, que toman sus propias decisiones, todo al mismo tiempo.

Hay tantos detalles que te dejan pensando a lo largo del pequeño drama de Netflix y a su vez me pregunto por todas las comunidades no religiosas que mantienen el mismo tipo de prácticas con sus mujeres. Esty se casa, no por amor, pero sí por un grado de simpatía, la cual desaparece poco a poco por una falta de compatibilidad desde sexual hasta de personalidad, porque no la tiene, pero Esty ama la música.

Nuestra Esty a la edad de 19 años huye a Berlín sin contar que en una comunidad como la que nos muestran, Esty lleva en el vientre algo que le pertenece a la familia de Yanky, el esposo carente de personalidad, quien con la ayuda de Moishe, la encarnación de la hipocresía, harán todo lo posible por llevarla de vuelta a Nueva York. No se preocupen, que no les he contado ni la mitad de todo lo que Esty está por aprender, sentir y vivir fuera de Nueva York, fuera del matrimonio, fuera de su vida ultraortodoxa.


1 temporada 5 capítulos.


Imagen de pinterest


Podría seguir, hay infinidad de series que de una u otra forma levantan historias de mujeres, por el momento me voy a ver la última temporada de mis Chicas del Cable y a continuar la Coisa Mais Linda, ambientada en Río de Janeiro en los años 60’s. Malu, una mujer joven y engañada por su esposo en todas las formas que una persona puede ser traicionada, pero que decide continuar a pesar de que aparentemente una mujer no puede ser propietaria de un negocio, ni estar “sola”…


Seguro hay más series que aún debo ver, espero tú recomendación ;)



María María














                      




viernes, 6 de marzo de 2020

Un amor, como el mar del invierno.



Recuerdo esas ganas tan grandes y esas expectativas tan altas que tenía de la playa limeña, sol, arena, el mar, el verano. Llegué un agosto a vivir a Lima y si sabes de geografía más que yo, comprenderás que en agosto en Lima no hay verano, es invierno.

Cuantas ganas del mar veraniego, los clichés, los amores pasajeros, las fiestas, las puestas de sol y los 30 grados todo el día. Llegué con expectativas de una vida asoleada en la playa, de lo que para mí significaba la playa. Así nos pasa con el amor ¿cierto?

Pero un día, por motivos diversos, en este caso de ignorancia, llegas a una costa esperando el sol y te tocan las nubes. El bikini, bloqueador, lentes de sol y sombrero pareciera que sólo fueron de paseo, para no salir de la maleta como lo esperabas. 

Lima- agosto 2016
El día que llegué a Lima hacía mucho frío y según yo, era sólo un día nublado, lo que no sabía es que Lima siempre es así, nublada. Como panza de burro dicen los limeños. 

Adotpamos una idea romántica y perfecta del amor, que preparamos tantas cosas para ese momento, dando por hecho que así debe ser y que únicamente así es como nos puede gustar. Para después descubrir que todo eso que llevas en la maleta, realmente no lo utilizarás de la forma que planeaste.

¿Cómo fue mi primer día en el mar de invierno? Es verdad, el clima no se compara al mar del invierno europeo. El recuerdo lo tengo tan fresco, llevaba una chamarra nada abrigadora y una mascada, tenis y unas lycras negras, era mi cumpleaños, hacía tanto aire que esa misma noche caí enferma por 5 días. Era una soledad fría, con una bienvenida cálida a su manera, no era lo que había imaginado, pero ahí estaba yo, en el muelle, mirando la neblina bajar y el frío calar mis huesos. A punto de ser feliz. 

Cancún- enero 2018
Y así sucede cuando llega una persona no esperada, mucho menos buscada, pero que simplemente ya es parte de tus días, cuando una persona conocida pasa a ser un amigo, después un amigo en quien confías y así hasta ser la persona que despierta a tu lado cada día del resto de tus días. Algo inesperado. 

Como lo inesperadamente bien que la pasé en las playas limeñas en su invierno, carreras matutinas, andar en bici por la costa, clases de surf por que las olas lo permiten y cada vez que el sol se dejaba ver, yo sonreía, lo disfrutaba, sin pensar más que en disfrutarlo hasta la próxima vez que lo volviera a ver. Me di la oportunidad, de dejar de esperar el mar del verano y disfrutar su invierno.

Desde hace 4 años, sólo busco mi mar de invierno, aprendí a amar sus climas tan inesperados, mañanas frías, tardes soleadas, noches lluviosas. 

Hoy prefiero despertar en la noche por lo impetuoso del mar caribeño de mi país, ese que no tiene medias tintas, o es tranquilo o es bravo. Prefiero no tener el sol de frente y esperar ansiosa los primeros rayos de sol en cada amanecer, con esas mismas ganas de que apareciera el sol en Lima. Deseando que las ganas nunca se me vayan, que la capacidad de asombro continúe, esas ganas que a uno lo mantienen vivo. 

Me gusta no saber al despertar lo que el mar de invierno me regalará, porque estoy aprendiendo a ver lo bello en cada fase. Así debe ser el amor, una consciencia del todo, lo bueno, lo perfecto, lo malo y continuar. 

El mar de invierno de Acapulco, te permite dormir tranquila en las noches, te arrulla y llena de paz. Caminar sus playas es posible, no hay caminos concurridos, sólo unos cuantos que te encontrarás en Akumal. Puedes disfrutar la belleza del momento, nadie te la roba. Tienes la seguridad que en ningún momento debes competir por un espacio, hacer filas, largas esperas, no hay mucha gente en el mar de invierno.

Pie de la Cuesta- febrero 2019

El cuerpo encuentra su temperatura muy rápido, el cuerpo no se siente incómodo, se aclimata, lo disfruta, todo es un disfrute. Aún en los días nublados, se aprende a caminar, a mirar, a cerrar lo ojos y sentirse feliz ante los bellos tonos de azul en Cancún. 

Como en un verdadero amor, no es el contexto, no es el tiempo, no son los demás, simplemente es la persona correcta. La persona que será ese sol de invierno en el pacífico mexicano, que siempre estará, aún en el invierno y hace que todos los días sean verano.

Al final, es importante reconocer que si un día en Pie de la Cuesta las olas son tan altas, tan bravas; el imponente horizonte y la brisa del mar, será suficiente.

Los días que tuviste de sol y nadando entre peces te han llenado y te han hecho entender que no siempre tendrás el clima que quieres. Que una buena actitud es lo que necesitas. En esos días tomas tu libro y lo terminas, o empiezas a escribir o solamente te sientas a pensar, dormir, soñar despierta.

Tal parece que el tiempo es más lento, que no hay prisa. Todo parece más fácil, el mar de invierno es inesperadamente bello, me encanta. Lo encontré. Con cada visita lo conozco más y encuentro motivos nuevos para amarlo, para hacerlo mi favorito, mi valioso secreto. 

Ahora, sólo cierro los ojos…recuerdo como me hace sentir mi mar de invierno y sonrío con el rostro, sonrío con el corazón.
Akumal- febrero 2020







A ti, que me lees...Que el mar y el amor te despeinen... despacito, delicado y que después, llegue la calma.