sábado, 9 de diciembre de 2017

¿Quién nos otorga los sueños?


 En dos sentidos, quién nos da la posibilidad de soñar y quién nos entrega esos sueños.

Esta es mi forma de decir gracias. Este trabajo es un sueño que se ha hecho realidad no el día de hoy, ni el día que reciba el título, ni el día que me puedan llamar Maestra. El sueño se hizo realidad desde el primer día en esta Maestría.

Después de un inicio turbulento, tengo tanto que agradecer, agradezco a las personas que me guiaron, me dieron las herramientas para inscribirme en esta facultad, agradezco a la gente que creyó en mí a cada minuto, que no dudó que el sueño se pudiera cumplir.

Agradezco a mis profesores, cada uno de ellos sumó. Mentiría si digo que uno de ellos no lo hizo, cada uno a su manera  y cada uno en su nivel, me han dejado algo que no estaba en mí y ahora está. Agradezco mucho a los maestros que fueron más que un docente en aula, agradezco a los que tomaron 1 min para responder un mail de la decena que reciben día con día, agradezco a los que me dieron la nota justa, porque esa me impulsó a la posibilidad de mejorar, agradezco el acompañamiento y los consejos.

Foto de Pinterest
Agradezco a la gente a la que le robé tiempo, el tiempo que no compartí, que cancelé, que mi falta de tiempo alejó. Agradezco a los que se quedaron, a los que aguantaron un mal genio, días sin ganas de hacer más que sólo dormir. Agradezco a mi gente que sonríe conmigo este sueño.

Agradezco el cobijo físico y emocional, agradezco a dos países, al propio y al que me recibió para cerrar un ciclo personal y profesional. Agradezco a la gente en las facultades y a los amigos hechos.
Al final del día agradezco que el sueño se cumplió… mejor dicho, que apenas se empieza a cumplir.

Un día soñé que sería una profesionista con una maestría, y que trabajaría en el sector automotriz y al tiempo daría clases ¡qué locura! Qué lejano vi ese sueño hace unos años, pero hoy escribo esto regresando a casa de mis dos trabajos: La industria automotriz y la docencia.

Este sueño lo comparto contigo Ma’a, tú lo has sabido desde siempre, este es mi sueño. Gracias por cuidarlo como propio, gracias por alentarme cuando el cansancio y las circunstancias me desalientan, gracias por hacerme ver que el sueño aún no está completo, que ésta parte del sueño sólo es eso, una parte.

¿Quién da los sueños? Sin Dios en mi vida, nada de esto estaría pasando. Platico con Dios por las mañanas y le platico mis sueños, le platico lo que me hace triste, le platico lo que deseo, lo que mi corazón anhela y te agradezco tanto, porque estos sueños aquí están, son tangibles, son reales. Estos sueños que me das son para perseguirse y alcanzarse. Y ahora, que inicie la siguiente parte del sueño…


*Comparto el prólogo de mi Tesis de Maestría no para recibir reconocimiento sino para inspirar. Todos tenemos sueños, entonces trabajemos duro por ellos, hagamos asequibles nuestros sueños. El camino puedes ser difícil, puede hacerte dudar, puede dejarte exhausta, pero creo que el sueño es eso, sentir todo esto al mismo tiempo y al final mirar atrás y ver que lo has logrado o que estás un paso más cerca de lograrlo- 

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