sábado, 30 de diciembre de 2017

Montaña Veinte17


Nuestra última historia del año, me parece oportuno platicarles acerca de las montañas. ¿Por qué dedicarle la última entrada del año a las montañas?, Porque creo es un buen momento para evaluar nuestro camino recorrido en nuestras propias montañas.

He tenido la oportunidad de conocer o al menos cruzar un par de palabras con extraordinarios montañistas, me gustaría poder compartir con ustedes todas esas historias, pero ahora solo compartiré aquellas enseñanzas que me han dejado en este 2017.


¿Cómo terminas tu año? Lograste tus metas, seguramente ya te planteaste nuevas. ¿Te sientes satisfecho con tus resultados?, apuesto a que la mayoría de nosotros no.
Fotografía del Facebook de Chris Peña 
A lo largo de nuestra vida habremos de escalar varias montañas, ninguna montaña será igual que otra. Alguna nos tomará mucho más tiempo conquistar, algunas otras no las conquistaremos, con algunas otras seremos necios y regresaremos determinados a conquistarlas y lo lograremos, eso me hace recordar a un amigo que viajó este invierno para  conquistar el Aconcagua, con una altura de 6.962 m.s.n.m. A Chris lo considero un excelente montañista y guía, ha conquistado mexicanas como Iztaccíhuatl y Pico de Orizaba, cuando leí su post donde nos contaba que en este viaje no logró la cima, muchos les escribimos para reconocer su esfuerzo, para alentarlo a prepararse para un segundo intento, para decirle que la cima no era el logro, sino que el logro era todo lo que ya ha hecho para llegar allá. 

¿Cuál es tu cima?, nuestros propósitos, metas o sueños son nuestras cimas ¿o no?, ¿qué sucede en el camino? Acaso nos enfocamos tanto en la cima que olvidamos admirar y disfrutar el camino, sin darnos cuenta que ese camino en sí ya es una cima? Gurú, sin dudarlo sé que regresarás al Aconcagua y lo harás tuyo, pero como te dije hace unas semanas, en esta ocasión te tocaba disfrutar el paisaje, la gente que has conocido y probarte a ti mismo. Ahora vemos a Chris que continua su viaje fuera de México, está conociendo, se está preparando, el que se fue no reconocería aquel que va a regresar. ¡Ya quiero que me cuentes todo mi Gurú de montaña!

Qué difícil reconocer que una cima no es para nosotros, al menos no en ciertos momentos. Requiere de valor, de amor propio para mirar esa cima y decirle, ahora no. En la vida nos ha tocado y nos tocará renunciar a algunas cimas, nos tocará decirle adiós a una persona con la que no podemos estar, nos tocará dejar un trabajo en el que ya no queremos estar o que ya no quieren que estemos, nos tocará dejar una carrera, un negocio, un sueño que por el momento no podemos conquistar. A ti, que renunciaste a una cima este 2017, te pido que mires adelante, tal vez parezca que regresar cuesta abajo es una derrota, pero no lo es. Bajar, aunque técnicamente es un acto descendente, también es un acto de reflexión, de determinación para hacer cosas diferentes, de evaluación para reconocer aquello que debes trabajar, entrenar, dejar, cambiar o mejorar.

Cada uno conoce la historia que hay detrás de la cima. ¿Alguna vez has subestimado las cimas ajenas? O ¿Alguna vez has pensado que la cima que miras, es imposible para ti? Esta última pregunta me lleva al segundo montañista que admiro. Él, colombiano de Santander, sufrió un accidente escalando, como resultado, los médicos dictaminaron que no volvería a caminar. Hay riesgos en el camino, las decisiones son riesgos, pero hay que avanzar a pesar de los riesgos. David volvió a caminar y no sólo eso, me enchina la piel saber que al día de hoy sigue escalando montañas. Sus extremidades no están al 100%, pero este 2017 conquistó una de las montañas más altas de Bolivia y es líder del proyecto Breathing New Life, organización que busca oportunidades para las personas con discapacidad a través del turismo inclusivo. 

Fotografía del Facebook de Roca Andinista
Las cimas no caen del cielo para nadie, hay que trabajar, hay que aguantar. Vivimos en la era de la inmediatez, nuestra generación vive esperando que todo sea rápido y digerido, no estamos dispuestos a pagar el precio por nuestras cimas. Ser montañista requiere de una preparación física y mental que, si no has tenido la oportunidad de escalar una montaña, no comprenderás. La altura que vas ganando al avanzar causa cambios en el cuerpo, las bajas y en algunos casos, extremas temperaturas paralizan el cuerpo y la mente, la soledad allá arriba puede ser aliada o enemiga. ¿Qué te hace continuar? La determinación, la preparación y la pasión. Si una de estas falta, no podrás continuar. Lo mismo pasa con nuestras montañas de vida, la convicción en cada una de las cosas que hacemos nos lleva a estar con las personas que queremos estar, a prepararnos para las cosas que queremos hacer, afrontar las situaciones que se nos presenten. 

En una entrevista para Vanguardia.com, David, el Santandereano dijo en relación al hecho de llegar a la cima o hacer cumbre como lo llaman los montañistas: “Difícil Sí, Imposible jamás”. Cada persona tiene su historia, cada uno sabemos dónde está nuestra dificultad y donde está también nuestra determinación para seguir.


¿Con qué actitud debemos buscar nuestra siguiente montaña? ¿Con qué actitud debemos recibir este 2018? Les voy a hablar del último montañista, una mujer mexicana. Viridiana Álvarez, en Mayo del 2017 conquistó la cima del mundo, el Everest. Viridiana además de ser la 7°mujer mexicana en lograr esta hazaña, es una mujer sencilla, inspiración de mexicanos, alpinistas y mujeres. Tuve la oportunidad de intercambiar una par de palabras con ella en octubre y le pregunté acerca de su motivación y las limitantes en el camino a la cima.

Como te lo he platicado hasta este momento, subir la montaña y/o llegar a la cima no es fácil, como la vida de cada uno de nosotros. Cada vida a su manera, enfrenta situaciones que nos hacen dudar del camino. ¿Cómo hemos de mirar este 2018?, después de este interesante 2017, debemos estar conscientes de los retos que como habitantes de la Tierra o como habitantes de los países en lo que vivimos estamos por enfrentar. ¿Ya identificaste tu o tus montañas de este 2018? 

Para Viridiana, la cima sólo es un punto en el camino. En sus palabras, “la motivación es lograr el  objetivo, que es subir y bajar, y sobretodo…Disfrutar el camino”, estamos en las últimas horas del 2017, replantea tus objetivos, replantea tus montañas, replantea tus cimas y recuerda que la cima no es cima sin el camino, sin la pasión, sin las personas que están ahí con nosotros a lo largo del camino. Viridiana tiene muy claro que su familia y amigos son parte importante en el difícil camino, para ella, ellos representan la estabilidad que necesita en los momentos más complicados. Cuidemos de nuestros compañeros de viaje, de nuestros cómplices, son ellos nuestra fuerza interior, son parte de la fortaleza mental que necesitamos en los momentos de mayor estrés en las montañas reales y en las montañas de vida.

Para terminar, les dejo el mensaje que Viridiana compartió en su página el día que conquistó el Everest, deseando que al igual que a mí, los llene de deseo, motivación y determinación en este año que está por iniciar:

Fotografía del Facebook de Viridiana Álvarez
“¡Viva México! ¡Viva Aguascalientes!
Desde la cima del Mundo, el EVEREST!!!! (16 de mayo 2017)
Agradecida con Dios, con mi familia y amigos que me apoyaron.
Llena de satisfacción y orgullo por ser la Séptima Mujer Mexicana en subir el Everest.
‘Nunca sabrás lo que puedes lograr hasta que lo intentes’



*A mis montañistas protagonistas, escribí esta entrada con todo el respeto, aprecio y admiración que me merecen. GRACIAS POR INSPIRAR.



Les agradezco su complicidad durante todo este año Veinte17. Primero Dios, estaremos un año más juntos compartiendo. 

Mis mejores deseos para ustedes y sus familias, les mando un fuerte abrazo a cualquier lugar de México donde me lees, a Estados Unidos, Canadá, Colombia, Perú, Irlanda, Alemania, Portugal, España, Italia, Francia, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Suiza y a cualquier lugar donde me leas.


Veinte18 ¡Estamos listos para subir!





sábado, 9 de diciembre de 2017

¿Quién nos otorga los sueños?


 En dos sentidos, quién nos da la posibilidad de soñar y quién nos entrega esos sueños.

Esta es mi forma de decir gracias. Este trabajo es un sueño que se ha hecho realidad no el día de hoy, ni el día que reciba el título, ni el día que me puedan llamar Maestra. El sueño se hizo realidad desde el primer día en esta Maestría.

Después de un inicio turbulento, tengo tanto que agradecer, agradezco a las personas que me guiaron, me dieron las herramientas para inscribirme en esta facultad, agradezco a la gente que creyó en mí a cada minuto, que no dudó que el sueño se pudiera cumplir.

Agradezco a mis profesores, cada uno de ellos sumó. Mentiría si digo que uno de ellos no lo hizo, cada uno a su manera  y cada uno en su nivel, me han dejado algo que no estaba en mí y ahora está. Agradezco mucho a los maestros que fueron más que un docente en aula, agradezco a los que tomaron 1 min para responder un mail de la decena que reciben día con día, agradezco a los que me dieron la nota justa, porque esa me impulsó a la posibilidad de mejorar, agradezco el acompañamiento y los consejos.

Foto de Pinterest
Agradezco a la gente a la que le robé tiempo, el tiempo que no compartí, que cancelé, que mi falta de tiempo alejó. Agradezco a los que se quedaron, a los que aguantaron un mal genio, días sin ganas de hacer más que sólo dormir. Agradezco a mi gente que sonríe conmigo este sueño.

Agradezco el cobijo físico y emocional, agradezco a dos países, al propio y al que me recibió para cerrar un ciclo personal y profesional. Agradezco a la gente en las facultades y a los amigos hechos.
Al final del día agradezco que el sueño se cumplió… mejor dicho, que apenas se empieza a cumplir.

Un día soñé que sería una profesionista con una maestría, y que trabajaría en el sector automotriz y al tiempo daría clases ¡qué locura! Qué lejano vi ese sueño hace unos años, pero hoy escribo esto regresando a casa de mis dos trabajos: La industria automotriz y la docencia.

Este sueño lo comparto contigo Ma’a, tú lo has sabido desde siempre, este es mi sueño. Gracias por cuidarlo como propio, gracias por alentarme cuando el cansancio y las circunstancias me desalientan, gracias por hacerme ver que el sueño aún no está completo, que ésta parte del sueño sólo es eso, una parte.

¿Quién da los sueños? Sin Dios en mi vida, nada de esto estaría pasando. Platico con Dios por las mañanas y le platico mis sueños, le platico lo que me hace triste, le platico lo que deseo, lo que mi corazón anhela y te agradezco tanto, porque estos sueños aquí están, son tangibles, son reales. Estos sueños que me das son para perseguirse y alcanzarse. Y ahora, que inicie la siguiente parte del sueño…


*Comparto el prólogo de mi Tesis de Maestría no para recibir reconocimiento sino para inspirar. Todos tenemos sueños, entonces trabajemos duro por ellos, hagamos asequibles nuestros sueños. El camino puedes ser difícil, puede hacerte dudar, puede dejarte exhausta, pero creo que el sueño es eso, sentir todo esto al mismo tiempo y al final mirar atrás y ver que lo has logrado o que estás un paso más cerca de lograrlo-