En días pasados, Puebla albergó a un cúmulo de ideastas en la XII edición de la Ciudad de las Ideas. Tuvimos la oportunidad de escuchar pláticas magistrales de la talla de ganadores de Grammys, Oscares y al profesor estrella del curso de la FELICIDAD en la Universidad de Harvard, Tal Ben-Shahar.
Al día de hoy, los famosos tres consejos para ser feliz siguen rondando mi cabeza, que si lo aplico, que si lo comprendo, que si me importa, que si soy feliz. Mientras descifro, te comparto los TRES, espero te sirvan, que te desafíen o que te entretengan estos 3 minutos que compartimos hoy.
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Imagen de internet |
El famoso profesor, simpático en su hablar nos motiva a buscar esa felicidad, la que incrementa la creatividad o la creatividad que incrementa la felicidad. Toda esta búsqueda la resume en LOS VALIOSOS 3 (así decidí llamarlos).
1. Reconocerte Ser Humano, Tal Ben-Shahar asegura que NO nos permitimos sentir dolor y que sólo hay dos tipos de personas que no sienten emociones dolorosas, los primeros son los psicópatas y los segundos los muertos. Entonces ¡Felicidades!, tener emociones dolorosas es una buena señal de que no somos ni lo uno ni lo otro.
Pero, estamos cansados de aparentar una felicidad continua, creemos que la gente “feliz” no siente emociones “negativas” y lo que realmente sucede es que al no dejar fluir nuestras emociones negativas bloqueamos también las emociones placenteras. Me vino a la mente el ejemplo del primo de un amigo, que no se enamora por precaución para bloquear los posibles “efectos” negativos que el desamor puede causar, pero al mismo tiempo bloquea todo lo placentero del amor.
Tal Ben-Shahar insiste en que dejemos fluir nuestro lado humano, que las emociones dolorosas fluyan como parte de esa naturaleza, pero que ante todo aprendamos o elijamos expresar gratitud, agradecer todo lo que tenemos y a quien tenemos. Elegir la gratitud, expresar gratitud, escribiendo, compartiendo, abrazando, sabiendo estar.
Entonces ¿qué pasa con la presión de una vida perfecta? Nuestro lado humano está reprimido todo el tiempo y todo esto se potencializa en las redes sociales, donde queremos mostrar “felicidad” únicamente y sin referirse a mostrar el dolor en redes, simplemente a dejar esa presión por mostrar la “felicidad”, no hay cosas que mostrar, sólo hay experiencias que vivir.

Deja de leerme y hazlo ahora, reconoce tu presencia en la vida de alguien más, aprende a estar presente, estamos en la era de la distracción, no estamos disfrutando el aquí ni el ahora, ni de las maravillosas relaciones que tenemos: familia, amigos, el amor de nuestras vidas.
Reconocernos seres humanos que tienen relaciones que NO son perfectas es esencial, los conflictos nos ayudan, elevan nuestras relaciones, crecemos a través de los conflictos. Para Tal Ben-Shahar, el indicador #1 de la felicidad es tener relaciones íntimas profundas, por ello sabiamente hace referencia a una alquimia emocional, donde podemos tenerlo todo y no disfrutarlo o tener sólo un trozo de pan, pero con un amigo, pero contentos. La presencia de la mente y corazón.
Para los padres deja una interesante reflexión, si pudieras escribir una lista con todas las cosas que quieres para que tus hijos san felices y una lista con las materias de la escuela, ¿cómo coinciden ambas listas? ¿qué lista ayuda a cuál? ¡Por supuesto! la primera a la segunda, no al revés. La felicidad consiste en cultivar relaciones, es importante que los padres entiendan la felicidad para darla y tener presente que se debe predicar con el ejemplo, los niños no necesitan un modelo perfecto, sino un modelo humano.
3. Por último, para todos los Rush Hour como yo comprenderé, habló del estrés, de la necesidad de nuestro cuerpo por el ejercicio físico mínimo 3 veces a la semana y de lo importante de tener mínimo 1 hora para hacer algo significativo y crearnos la felicidad del día y así una vida feliz.
Se lee fácil, reconocernos seres humanos que sufrimos, que corremos riesgos para sentir emociones placenteras. Cuidar nuestras relaciones, las verdaderas, las pocas, cultivarlas en la era de la realidad, dejar de ocuparnos de las vidas digitales.
Pasamos una vida evitando el dolor, que nos lastimen, sentirnos heridos, que ignoramos el hecho de que también estamos bloqueando la expresión de las emociones más bellas, nos estamos negando la oportunidad de reconocer y agradecer, explotar los momentos y a las personas que van a nuestro lado en este tramo de lo que parece la vida. Tomemos esta consciencia, no sea que se nos pase el tiempo, la vida, que nos endurezcamos sin regreso, que seamos psicópatas o muertos.
¡Bendiciones en todos sus inicios!
Nos vemos 2020