Me fui de voluntariado y te puedo
decir desde mi experiencia, porque no lo deberías de hacer. Tal vez tengas la
idea de hacerlo y esto que escriba te pueda ayudar a decidir.
Mis intenciones eran las mejores,
buscaba ayudar a personas, comunidades, necesitaba hacer cosas buenas y que
tuviera resultados inmediatos. Me encontraba en una de esas etapas de la vida
en las que uno busca un sentido y ese sentido estaba en ayudar, ayudar al
cambio radical.

Tenía un viaje planeado para 15
días en Europa en el verano, así que busqué programas en Europa. Nombres como
Italia, Grecia, Alemania aparecieron, pero en ningún programa sentí un gran impacto. Mi
guía AIESEC me mandó un par de programas en Europa, creo eran los mismos, menos
uno en Katowice, Polonia. El programa de voluntariado en
Katowice busca reducir desigualdades a través del conocimiento y de la
convivencia de niños polacos con otras culturas. Después de leer varias veces
la oferta, decidí postular. Aquí mi primer razón para no irte de voluntariado,
lo que te ofrezca el programa no será lo que recibas, eso te lo explicaré en un
momento más.
Apliqué, inicié un proceso de
selección con AIESEC Polonia y a pesar de dedicarme a Recursos Humanos,
no tenía ni idea de lo complejidad de este trámite, contestar un par de
cuestionarios en línea, una entrevista por Skype con una polaca y tener que
grabar un video en inglés explicando los motivos que me llevaron a elegir este
programa. En efecto, aquí un motivo más, tendrás que concursar con otras
personas de otros países a través de acciones que te pondrán en aprietos y que
tendrás que solucionar. Creo que mi video lo ensayé unas 5 veces y lo
grabé tres, que si mi voz no me gustaba, que si mi pronunciación era mala, que
si no expresé bien la idea. Si no quieres enfrentarte a este tipo de retos,
escuchame y no lo pienses, no te vayas de voluntariado.
Después de estos filtros y si
todo sale favorable recibirás un correo de aceptación, aquí iniciará una gran
lista que cumplir: ubicar en el mapa a Katowice y cómo se llega a Bielsko Biala, comprar un
seguro internacional, solicitud de visado, buscar boletos de avión, de tren o autobús,
depende lo fácil o complicado que sea llegar al destino, leer y firmar contratos,
pagar algunos derechos, asistir a cursos de preparación al voluntariado en
ambos países, el de procedencia y donde harás tu voluntariado, sin omitir
los muchos cuestionamientos ante la decisión de dejar todo e irte así nomás a
otro país de voluntariado. Este punto se explica por sí sólo, por favor no
vayas, sólo te servirá para descubrir a los amigos y la familia que siempre te
apoyarán sea cual sea tu decisión ¡no vayas!, tendrás que encontrar la mejor
solución a todos los requisitos que te acabo de enlistar, porque al estar
decidido a irte, no habrá poder humano que te impida dar tu mayor esfuerzo por
pagar un seguro, conseguir una visa, pagar 1 boleto de avión, un tren, un autobús
y otro tren, si es que tu destino no está tan cerca de los lugares comerciales.
¡No lo hagas!
Llegarás a otro país donde no
hablan tu idioma, en algunos lugares si es gente mayor o simplemente porque no
quieren hablar inglés, no lo van a hablar y punto. Te darás cuenta que ni siquiera
podrás comprar un chip porque no aceptan tarjeta, sólo efectivo y el Kantor abre hasta las 8 de la mañana y
tu llegaste a las 5 a la terminal. No te vayas de voluntariado, te enfrentarás
a la soledad, a los porqué estoy en este lugar, reflexionarás, asumirás tus
decisiones y vas a conocer a otra persona dentro de ti, a esa que se sabe sola,
que mira a su alrededor y ni siquiera ve rasgos familiares o reconoce un
acento, vas a conocer a una persona que esperará a que abra el Kantor, cambiará algunos euros por zlotys, regresará a la tienda del chip y
pedirá lo que necesita a través de señas, porque necesita algo y hará todo lo
posible por conseguirlo.

No te vayas de voluntariado, vas
a empezar a hablar con extraños, con esos extraños que están en el mismo grupo de
whats app que tú, porque van para el mismo destino, van a compartir miedos,
decisiones, itinerarios. ?¿Recuerdas cuando te dijeron que no salieras con
extraños? lo vas a hacer, aunque para ti no lo sean, los reconocerás al bajar
de un autobús porque has visto sus fotos, pero al final los reconoces porque te
estás reconociendo a ti misma, bajando del mismo camión en una pequeña ciudad
polaca llamada Katowice y con una maleta en la mano, no te vayas de
voluntariado, vas a conocer que al final compartes el mismo sentimiento de
miedo y de asombro con otras culturas y cuando los encuentres, te darás cuenta
que necesitas un poco menos tu hogar, tu familia, tus amigos, tu país.
No te vayas de voluntariado, no
es como un viaje, no te quedarás en un hotel, vivirás con una familia del país
que te reciba. Las comodidades de un hotel no las vas a encontrar, tendrás que
hacer aseo en tu cuarto, tal vez cocinarte y lavar tu ropa, también tendrás con
quien platicar en las mañanas al desayunar, jugarás, llevarás a los niños a la
clase de futbol y de regreso pasarán a comer helado. Si te enfermas, te dejarán
en cama todo el día y ella entrará a tu cuarto con una sopita caliente, porque
sabe que es lo que necesitas. Vivirás con una familia que compartirá todo
contigo, absolutamente todo, una receta tradicional, un viaje en carro a
Cracovia, una historia familiar y el nombre de sus gatos. No te vayas de voluntariado,
querrán saber todo de ti y de tu cultura y te darás cuenta que esa raza que
creías fría y dura, aman tu país, aman tus costumbres y que quieren probar
verdadera comida mexicana, les compartirás fotos de tu país e historias que los
enamorarán. Un día te sorprenderán con una máquina de metal para
hacer tortillas y les enseñarás a prepararlas. No te vayas de voluntariado,
tendrás que compartir tu comida y tendrás que enseñarles a cocinar, porque les
encantó el mole de anoche o el guacamole, que a pesar de ser muy conocido en el
mundo, te pedirán la receta porque al parecer no habían probado algo tan maravilloso
como tu guacamole y ya no aceptarán otro guacamole hecho en licuadora.

No te vayas de voluntariado,
prepararás clases para todos los días, pero no las vas a cumplir al pie de la
letra, los niños primero te querrán conocer, saber quién eres, si sabes jugar y
cómo sonríes, eso te tomará un par de sesiones. No te vayas de voluntariado, no
entenderás ni una sola palabra de todo lo que hablan los niños a esa edad, en
la merienda tu querrás ayudar a las cocineras a servir, pero no sabes cómo
ofrecerles
woda o mleko, no sabrás
cómo decirle a un niño
tak o
nie, pero al escuchar esas palabras
todos los días, aprenderás a decirlas y tal vez a escribirlas. No te vayas de
voluntariado si tu intención sólo es ayudar, la gente también te va a conocer a
ti y serás el representante de tu país, siempre que hablen de algún tema de tu
país pensarán en ti, te escribirán y esperarán tu opinión en temas de política,
te relacionarán con un par de conceptos y entonces tu labor será enseñarles la otra cara de la moneda. ¿Quieres esa responsabilidad?
Los niños con lo que trabajes, se
encariñarán, jugarán contigo aunque no hablen inglés, el idioma de la sonrisa
lo hará todo. No hagas un voluntariado si no estás consciente del poder de tus
expresiones faciales, tu comunicación no verbal hará la mayor parte del trabajo.
Encontrarás amigos y no sólo tus
amigos voluntarios, familias, los maestros y los niños también lo serán. No
hagas un voluntariado, tendrás que mantener contacto con algunas personas que
conozcas porque son ahora una extensión de tu familia. Si encuentras a un niño
especial o a una familia especial, mantendrán el contacto sin importar que los
separen 7 horas y te tengas que levantar
los domingos a las 8 am para poder hablar en Skype con ellos cada ocho días o
recibas un regalo de navidad hasta el día de reyes, porque la paquetería a veces
falla, pero los adoptaste o te adoptaron y te pedirán cada que puedan que ya no
tardes más, que regreses a visitarlos.
No te vayas de voluntariado,
conocerás que las personas realmente nos podemos enamorar, podemos tener amores
veraniegos que no necesariamente son románticos, nos enamoramos de los lugares,
de la gente, de una familia, de unos mejores amigos. Extrañarás a personas que
no aparecieron, recuerda que las buscaste al irte de voluntaria.
No te vayas, no querrás decirles
adiós y ver llorar a ese niño que siempre habló a través del intérprete, al
niño que te regaló estampas de su completa colección, sólo porque te quiere.
No te vayas de voluntariado, no querrás el sabor de un abrazo honesto ni un te
quiero de una de los países más “fríos” del mundo.
Al principio te dije que no te
fueras de voluntariado porque el programa te habla mucho de todo lo que podrás
enseñar y compartir de tu cultura con otras culturas, pero fue falso. Yo quería
ayudar a otros y no estaba en el contrato que también me ayudarían. No te
vayas de voluntariado sin tener bien
presente que será un apoyo en dos vías. No cambiaría por nada esos 2 meses en
Polonia, tener la oportunidad de conocer esas vidas, entender lo difícil de su
historia después de una guerra mundial y un periodo comunista, pero al final
verlos disfrutar de un verano, verlos sonreír, sentir su felicidad ahora,
rompió estereotipos. Les llevé un poco de México y ellos me dieron
mucho de la verdadera Polonia, de esa que ya no podría volver a llamar “fría”.

No te vayas de voluntariado si no
estás dispuesto a dejar una parte de ti y a traer de regreso a alguien
diferente dentro de ti. Nunca serás la misma persona que se fue y aunque
transformarnos es el gran poder de los
viajes, un voluntariado es mucho más que otra forma de viajar, es otra forma de
reconocer tu vida, de reconocerte en la vida.
Insisto ¡No te vayas!
*Agradezco con todo mí ser a la organización AIESEC en Puebla
y a la que me recibió en Polonia. Y siempre siempre agradeceré a mi alumna Azu
por guiarme a este gran pedacito de mi vida. A los que me recibieron los quiero con el corazón y los llamo familia.*